martes, 21 de febrero de 2012

No tengas los PIES FRÍOS


Gamarde, cosmética bio para nutrir intensamente la piel.
Aquí te damos consejos para mantener los pies calientes.
Con aceites y cremas nutritivas podemos realizar un masaje para reactivar la circulación.
Los aceites pueden ser caloríficos como el de árnica o mezclados con AE.
De venta en nuestra tienda.



Este artículo puede resultar un tanto denso para el público en general, pero he creído conveniente extenderme un poco más pensando en los lectores ya iniciados en la práctica naturista (o afines con sus criterios). A los lectores no iniciados, espero que los contenidos de este texto les resulte, asimismo, de interés.  

 
Muchos tenemos los pies fríos especialmente en invierno. También, hay personas que dicen tenerlos "siempre" fríos y no le dan mayor importancia. En realidad, sí que debiéramos prestarle atención y de eso vamos a tratar hoy; de cómo combatir los pies fríos y "entrenar" nuestro sistema circulatorio con técnicas de hidroterapia (agua), fitoterapia (plantas) y aromaterapia (aceites esenciales).

Nota: En Medicina Tradicional China el frío se considera una energía externa perversa, de naturaleza Yin, asociada al invierno. Además, el frío puede agravar una dolencia de "frío" ya existente en nuestro organismo. En el cuerpo el frío actúa como lo hace en la naturaleza, es decir, contrae y obstruye los movimientos normales llegando a bloquear la circulación de la sangre e incluso produciendo dolor fuerte y agudo que "engarrota"; muy típico es aplicarnos una fuente de calor para relajar y destensar la musculatura entumecida por frío. El frío nos puede sobrevenir de forma súbita, y su manifestación será: aversión al frío, escalofríos, fiebre baja, dolor de cabeza y dolor corporal. En general, los escalofríos serán más fuertes que la fiebre, y la fiebre se interpreta como un esfuerzo del cuerpo para arrojar al exterior este frío externo o energía perversa.               

En el libro "La respuesta está en los pies" sobre reflejoterapia podal (lo que conocemos como reflexología podal) el Dr. Frederic Viñas dedica un capítulo a los pies fríos y muestra cómo ha sido estudiado y tenido en cuenta por muchos doctores en épocas pasadas. En líneas generales, se dice que este fenómeno conlleva catarros bronquiales, faringitis, dolor de cabeza, gastritis, incluso puede afectar a la vejiga (nefritis por enfriamiento) según los diversos autores que realizaron estudios médicos en su momento y, a la inversa, advirtieron que unos pies calientes proporcionan un estado de bienestar general, lo que incluso nos lleva a "pensar mejor" y estar más tranquilos. Esto tiene su sentido pues, por regla general, cuando nos hemos mojado por la lluvia, lo primero que hacemos al llegar a casa es cambiarnos de ropa, incluidos los calcetines, para evitar la humedad y "no coger frío" y causarnos un resfriado, más si cabe aún con los niños. O la frase "no andes descalzo en el suelo que está frío" que más de una vez nos habrán dicho nuestros mayores (a no ser que dicha superfície sea un parquet o tenga una alfombra). Por lo tanto, protegerse los pies del frío es tan antiguo como ponernos un gorro, guantes o bufanda. Desde luego, todo lo expuesto aquí cambia si nos imaginamos en un sofocante día veraniego en el que los pies nos arden y los sentimos recalentados e hinchados... En esos casos, sumergir los pies en el mar, en un río o en el agua fría clorada del grifo de nuestra casa con un puñado de sal es mano de santo.

Aquí quería añadir un caso curioso. Un señor llamado Dr. Engelmann (del que no he encontrado más información que la expuesta en el libro de Viñas) hizo unos "experimentos" en sí mismo. Resulta que el hombre, también preocupado por la cuestión de los pies fríos, decidió mojar sus calcetines en agua fría, los escurrió, se los puso y se calzó, encima, con unos zapatos que le apretaban (con la intención de que se dificultara la irrigación sanguínea de sus pies). Se sentó en una habitación bastante caldeada pero se ve que con la puerta abierta, para que le entrara frío y estuvo leyendo de esta guisa hasta bien tarde. El experimento le costó al cabo de un par de días unas estupendas anginas, con todo el malestar que conlleva (escalofríos, fiebre, pus en las amígdalas...).
Este mismo experimento lo realizó un año más tarde y he aquí que en vez de unas anginas, tuvo un fuerte resfriado.
No contento, el Dr. Engelmann hizo otro experimento pero esta vez varió su "modus operandi". En vez de causarse frío en los pies con los calcetines mojados y los zapatos prietos, se colocó un paño húmedo sobre el pecho y de igual manera procuró que la puerta de su habitación estuviera abierta para que entrara corriente. Y he aquí el dato curioso: ¡Se preparó un baño de pies con agua caliente! Es decir, mientras estuvo con el paño frío y húmedo en el pecho tenía sumergidos sus pies en agua caliente. El resultado: ni anginas ni resfriado (y eso que repitió la operación por tres noches consecutivas).  

He podido observar que muchos resfriados me surgieron a raíz de sentir frío en los pies; que después ese frío me "subió" a la garganta y finalmente se desencadenó todo el antipático proceso del resfriado común: dolor de garganta, pecho cargado, mocosidad, tos y rinorrea (secreción nasal excesiva o dicho vulgarmente "caerse el moquillo").  

Así pues, no deberíamos darlo por normal porque existen métodos para combatir los pies fríos y porque a la larga puede debilitar nuestro organismo.  
 
 
Baños (hidroterapia)

Siguiendo con el libro del Dr. Viñas, se nos propone los siguientes ejercicios para "entrenar" nuestra circulación sanguínea:


Ejercicio nº 1: BAÑO DE PIES DE TEMPERATURA CRECIENTE Y ALTERNA 

Necesitamos un cubo de plástico con agua caliente, 37 grados aprox.
También, una jarra de agua muy caliente, casi hirviendo.

Primero, el nivel del agua será de palmo y medio. Metemos los pies en el cubo, los tenemos 10 minutos y añadimos agua caliente de la jarra, hasta que llegue a los 41 grados. Sacamos los pies del cubo y con la ducha del teléfono nos damos agua fría de 15 a 20 segundos. Inmediatamengte los secamos y los frotamos enérgicamente o saltamos para hacer ejercicio con los pies, el caso es que entren "en calor", activarles la circulación sanguínea.

Esto hay que realizarlo, según el caso, durante 1, 2 o 3 veces al día y de forma regular (supongo que cada día). Bien, no todos tendremos la constancia ni las ganas de realizar este ritual, pero ahí queda dicho. Al menos, si en un fin de semana que estemos en casa queremos probarlo, podemos hacerlo ni que sea una vez al día y ver si notamos algo. En el  libro se dice que una vez vaya resolviéndose la problemática de los pies fríos, se puede realizar esta operación solamente 1 vez al día, preferiblemente por la noche. Y después de esto, se pasa a un método más radical llamado PISAR EL AGUA.


Ejercicio nº 2: PISAR EL AGUA

En el libro nos dice que es una excelente medida preventiva, pues entiendo que con esto quiere decir que incluso las personas que no tengan especialmente pies fríos pueden también realizar este ejercicio.

También necesitaremos un cubo con agua fría, mínimo un palmo.
Nos descalzamos y nos metemos en el cubo de pie (cuidado no vayamos a caernos) y la gracia es "pisar el agua" como su nombre dice, desde 15 segundos a unos pocos minutos.
De igual modo que en el ejercicio anterior de la jarra, una vez hemos acabado de pisar el agua, nos secaremos vigorosamente los pies pues esto es fundamental (si no de nada sirve toda la parafernalia del agua) y si bien he entendido, estas dos "aplicaciones hidroterápicas" (lo que incluye el 1er y el 2º ejercicio) se realizarán de 1 a 3 veces al día por espacio de 4 a 6 semanas, en lo que se llama cura hidroterápica de adaptación al frío.      

   
Fitoterapia (plantas)

Cuando hace frío podemos aprovechar para tomar infusiones que nos aporten calor con especias como el jengibre, la canela, el clavo o la pimienta. Puedes realizar tus mezclas o comprarlas ya hechas, en bolsita (para mayor comodidad de muchos) o a granel.

Algunas recetas:

Rooibos con canela
Rooibos con canela y clavo
Rooibos con canela, clavo y jengibre (añade pimienta si te gusta)
Té verde con romero y jengibre
Té yogui (una versión):  clavo, anís estrellado, pimienta negra, jengibre (raíz fresca), corteza de naranja, cardamomo, canela, regaliz. Opcional: añadir rooibos.

Nota: En nuestra tienda encontraréis diversas infusiones para calentar el organismo, especiadas y picantes. Os recomendamos, en general,  la marca Yogi Tea y Clipper con jengibre , por ejemplo. Aprovechad nuestra oferta del mes, con la compra de 4 unidades variadas os regalamos 1 caja sin coste (4+1).

Semillas de mostaza negra para calentar los pies:

Ojeando un libro sobre Rusia encontré que los habitantes ucranianos tienen por costumbre sumergir los pies en mostaza cuando empiezan a notarse resfriados o con gripe. Se preparan un baño de pies con  mostaza molida disuelta en el agua caliente. Si se desea prescindir del baño existe otra versión: introducir la mostaza molida dentro de los calcetines y dormir con ellos toda la noche (primero hay que caminar un poco para activar la mostaza). Respecto al baño, es importante que la temperatura del agua no sobrepase los 40 grados pues esto inhibiría el efecto terapéutico de la mostaza.



Semillas de mostaza negra enteras (al fondo) y molidas (en 1er plano)


Aromaterapia (AE)

La aromaterapia es el uso de los aceites esenciales (AE) que son la concentraciones olorosas de las plantas y de los árboles, bien sea de sus flores, hojas, raíces, bayas, cortezas (en el caso de los cítricos) o maderas. Bien, pues para entrar en calor con aromaterapia escogeremos los AE que tengan propiedades caloríficas como por ejemplo el romero, el jengibre, la pimienta, la canela o la nuez moscada. Unas fricciones enérgicas con un aceite preparado con alguno de estos AE o una combinación de varios activarán el riego sanguíneo. Si después nos ponemos un calcetín de borreguito (de los que no aprisionan el tobillo) se nos mantendrá el pie caliente y protegido.

Nota: Podéis adquirir fácilmente AE de calidad y bio en nuestra tienda, así como diversos aceites para mezclar estos AE, recordad que no se pueden aplicar directamente sobre la piel sin diluir pues pueden ser irritantes o incluso cáusticos.


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3 comentarios:

  1. Muy interesante esta nota, creo que muchos tenemos este problema de pies fríos, ¿podría ser útil en manos frías?
    Gracias, Verónica

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  2. Hola Verónica, mucho gusto hablar contigo!

    Pues en las manos también podemos proceder prácticamente del mismo modo:


    1) Hidroterapia: existen baños de brazos para problemas de "manos frías" en los que se pueden añadir, también, extractos de plantas.

    2) Fricciones/ Masajes con aceites de aromaterapia: aplicar un masaje de manos con aceite esencial de ROMERO (o de pimienta, jengibre, clavo, nuez moscada, wintergreen... si las manos están muy secas y/o agrietadas, en rosa mosqueta pura o germen de trigo; si están doloridas, en aceite de árnica y si la piel es fina y sensible, como en la de las personas mayores, aplicar en aceite de caléndula). Esto favorecerá el riego sanguíneo, así como también actuará de "antireumático" en caso de que exista algún problema articular (artritis/artrosis). Al igual que en los pies, después de recibir el masaje de manos o de realizarnos el "automasaje", podemos ponernos unos guantes para guardar el calor.

    Lo ideal sería realizar también ejercicios de manos a modo de gimnasia "activa" (tú en eso conoces más que yo), así como hacer palmas, fricciones de ambas manos, golpeteos... para activar la energía.

    3) A nivel interno, además de infusiones para entrar en calor, se puede tomar preparados específicos de plantas circulatorias, bien sea en decocción o en comprimidos, gotas...


    Espero haberte ayudado! Un abrazo.

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