lunes, 3 de septiembre de 2012


COSMÉTICA NATURAL en L'encís
                                                        desde 2005
 
    
 
    

 
Es cierto que no toda la cosmética que se denomina "natural" lo es al 100%. También es cierto que existen unos sellos de certificación que, en principio, garantizan que los ingredientes de tales productos sean bio/eco. También es cierto que existen productos que no llevan dichos sellos (bien sea porque están en vías de obtenerlo, porque renuncian a ello por una cuestión económica o porque no lo contemplan). Sea como fuere, hoy más que nunca tenemos un despliegue de marcas comerciales con certificación bio/eco y que constituyen una competencia extraordinaria a la cosmética convencional. 


Una mayoría desconoce aún la diferencia entre los aceites cosméticos del mercado. Por una parte, tenemos lo que se denomina "aceite mineral" (Mineral oil) que proviene del petróleo (Petrolatum). Sí. Petróleo: resulta más económico y más rentable para la industria química y cosmética convencional (entendemos por convencional la que no cumple con los criterios de cosmética natural bio/eco). Para sorpresa de muchos, se encuentra fácilmente en varios productos de uso cotidiano, inclusive para los bebés. Sin nombrar marcas, pues no es nuestro objetivo, aceites transparentes que se venden en supermercados y farmacias catalogados como especiales para bebés son parafina líquida (Paraffinum liquidum), un derivado del petróleo, -como lo pueda ser, también, la clásica vaselina de labios- así como también es, el paraffinum liquidum, ingrediente principal de la crema blanca de lata azul que ha reinado (y reina aún) en tantos hogares españoles. Para ser justos, hay defensores del uso de los derivados del petróleo que argumentan que no resulta nocivo para la piel y que son buenos humectantes. Sin embargo, la industria cosmética natural cree que es un aceite que "obstruye" el poro de la piel (creando una película) y que es un aceite no afín con nuestra piel; por lo que en sus formulaciones utiliza aceites vegetales, ceras (de abeja, producto animal) o mantecas vegetales consideradas afines con nuestra piel. Argumentan que, aparentemente, nos aportan una capa protectora pero que a la larga dichos derivados del petróleo son ineficaces y perjudiciales (por ejemplo, barras labiales con derivados del petróleo o vaselinas en comparación con barras labiales compuestas por cera de abejas o mantecas vegetales, como la de cacao o karité que reparan en profundidad los labios y los protegen debidamente). Al margen de lo que sea cierto (siempre me inclino por la teoría de la industria cosmética natural) me resulta mucho más agradable para realizar masaje el tacto de un aceite vegetal que el de un aceite mineral... no tiene color: se nota en el tacto, en la densidad del aceite... aunque a veces hayan presentaciones que mezclen ambos tipos de aceites. Por eso, es indispensable saber leer correctamente las etiquetas y saber qué estamos comprando. 


Por tanto, la alternativa al aceite mineral, por oposición, es el aceite vegetal, el que proviene de fuentes vegetales. Suelo emplear la siguiente analogía llevada al terreno de la cocina: el aceite vegetal de tu cocina es el aceite de oliva o el aceite de girasol, de 1ª calidad ( primera presión en frío). De esta manera, nos encontramos con una rica gama de aceites vegetales: aceite de almendras dulces, de avellanas, de germen de trigo, de rosa mosqueta, aguacate, jojoba (en realidad no es un aceite sino una cera), argán, oliva, semilla de pepitas de uva, aceite de girasol, de coco, etc. Estos aceites son los llamados "vehiculares" o "portadores" porque serán la base en la que se mezclen los aceites esenciales (AE). Recordemos que los aceites esenciales son la "esencia", el "perfume" de las flores, de las hojas, de las raíces, de las maderas, de los cítricos... Seguro que si decimos aceite esencial de lavandaromerovetiversándalolimón se entenderá mejor la definición de "aceite esencial".


Para finalizar, esto no significa que debamos renunciar a ciertos productos convencionales que nos gusten pero, al menos, ser conscientes de las diferencias que existen entre unos productos y otros. Es decir, si a ti te encanta un aceite de masaje con perfume a sandía... y en esa etiqueta pone: "INCI/ Ingredients: paraffinum liquidum, parfum", que sepas que ése no es un producto natural: es un aceite mineral con perfume a sandía y de la sandía no se obtiene aceite esencial porque no existen los aceites esenciales de frutas (sandía, melón, piña...); es un aroma sintético.