Tu BELLEZA NATURAL
La belleza siempre ha estado unida, indisolublemente, a la juventud. Hoy en día, sin embargo, los abusos de la cirugía estética como elixir de "eterna juventud" son evidentes y terroríficos: La mujer ha perdido su belleza natural.
En L'encís se revindica la belleza auténtica, sin artificios. Actualmente, el concepto de belleza se ha tergiversado de tal modo que constituye algo aberrante. Por desgracia, la mujer (en gran medida) ha perdido su autoafirmación. Queda muy lejos el canon griego de belleza y los desnudos voluptuosos de ciertos artistas a lo largo de la historia. Hoy en día, los labios, los senos de la mujer tras las intervenciones quirúrgicas se consideran hermosos. ¿Qué nos está pasando? ¿Cómo es posible que unos labios deformados, hinchados y esperpénticos se consideren sensuales? ¿Cómo es posible que la mujer se haya dejado profanar en su seno, símbolo de la maternidad, de la sensualidad máxima?
La mujer es un universo complejo. Es la fuerza creadora, la madre nutricia. Es la niña, la doncella, la madre y la anciana. Siempre es mujer. Y lo que hemos olvidado: siempre es bella; porque el poder de la mujer radica en su interior, en su fuerza. No sólo en el rostro, el peinado, la silueta. La mujer es la energía femenina que se transmite en los gestos, en la voz, en la actitud. Una mujer es carácter, seguridad. Proviene del interior, no del exterior.
La mujer ha de volver a tomar las riendas y revindicar su belleza en todas las etapas de su vida. Inclusive, ha de retomar las artes de la auténtica belleza que no rompen las leyes naturales: ungirse en aceites, realizar baños de sol, baños de mar y reconocerse, sobre todo, en cada etapa de su existencia. Sentirse amada, en primer lugar, por ella misma.
Tu piel es el reflejo de tus pensamientos, de tu estilo de vida. Las arrugas pueden ser hermosas y necesarias. Despierta tu energía femenina. Reconócete. La mujer es esencialmente emocional, por lo que es importantísimo que cuides tus emociones. Piensa que tu equilibrio emocional es fundamental y que se sustenta en la seguridad. Además, como cada etapa de nuestra vida es perecedera vivimos en una constante transformación. Y un rasgo destacable de nuestra naturaleza es la de acicalarnos con afeites, abalorios, tocados... Procura que éstos sean lo más naturales posibles (aromaterapia, gemas, metales nobles...) y destierra los hábitos tóxicos como el tabaco, el exceso de alcohol, el consumo de azúcar y los pensamientos negativos. La vejez puede ser digna y hermosa.
La sensualidad es la elegancia de los gestos de la mujer. Son tus pensamientos. Resulta triste que los hombres hayan perdido también la capacidad de reconocer la auténtica sensualidad de la mujer, y busquen los senos neumáticos de las portadas de las revistas y las mujeres que se prostituyen, desgastadas, para satisfacer sus deseos sexuales. La sexualidad se ha pervertido (o quizá siempre lo estuvo) y no disponemos de una educación sexual saludable que haga reconocer, tanto en el hombre como en la mujer, el verdadero arte de la sensualidad: el eros auténtico y puro. Tu opción sexual no importa. Todos los seres humanos estamos compuestos de una parte femenina y de una parte masculina. El hombre ha de conectarse con su lado femenino. La mujer ha de conectarse con su lado masculino. El desequilibrio surge cuando se pervierte la naturaleza del Eros.
La mujer es un caleidoscopio hermoso que abarca todas las facetas posibles: es hija, es hermana. Mujer, amante, amiga, compañera. Guerrera. Sanadora. Es virgen y es anciana. Así como el hombre, también, conforma nuestro polo opuesto y complementario. No somos iguales. Somos distintos por naturaleza. Hoy en día asistimos a un delirante panorama que viola todas las leyes de la naturaleza, y lo que es más grave, afecta a hombres y mujeres. Por este motivo, urge que la mujer se posicione firme y férrea en su lugar. Si tú no te valoras, los otros no lo harán. El hombre que no sabe apreciar ni valorar la auténtica feminidad y belleza de la mujer en todas sus etapas, no merece nuestra atención.
El tiempo nos robará la juventud pero nuestra esencia permanecerá. Ésa es la grandeza de la mujer -y del hombre-.
Os dejamos algunos de nuestros vídeos para una belleza sana y natural:
1. Vídeo presentación L'encís
2. Vídeo, gama Silueta Alqvimia
3. Vídeo, cosmética y aceites antiarrugas
4. Vídeo, tratamiento Reina de Egipto facial, Alqvimia
5. Vídeo, cosmética antiedad y antimanchas (nuevos productos)
6. Vídeo, ácido hialurónico para rejuvenecer
7. Vídeo, acido hialurónico (demo)
8. Vídeo, tipo de piel y tratamientos faciales
9. Vídeo, limpiar y desmaquillar la piel
10. Vídeo, hidratación corporal.
La sensualidad es la elegancia de los gestos de la mujer. Son tus pensamientos. Resulta triste que los hombres hayan perdido también la capacidad de reconocer la auténtica sensualidad de la mujer, y busquen los senos neumáticos de las portadas de las revistas y las mujeres que se prostituyen, desgastadas, para satisfacer sus deseos sexuales. La sexualidad se ha pervertido (o quizá siempre lo estuvo) y no disponemos de una educación sexual saludable que haga reconocer, tanto en el hombre como en la mujer, el verdadero arte de la sensualidad: el eros auténtico y puro. Tu opción sexual no importa. Todos los seres humanos estamos compuestos de una parte femenina y de una parte masculina. El hombre ha de conectarse con su lado femenino. La mujer ha de conectarse con su lado masculino. El desequilibrio surge cuando se pervierte la naturaleza del Eros.
La mujer es un caleidoscopio hermoso que abarca todas las facetas posibles: es hija, es hermana. Mujer, amante, amiga, compañera. Guerrera. Sanadora. Es virgen y es anciana. Así como el hombre, también, conforma nuestro polo opuesto y complementario. No somos iguales. Somos distintos por naturaleza. Hoy en día asistimos a un delirante panorama que viola todas las leyes de la naturaleza, y lo que es más grave, afecta a hombres y mujeres. Por este motivo, urge que la mujer se posicione firme y férrea en su lugar. Si tú no te valoras, los otros no lo harán. El hombre que no sabe apreciar ni valorar la auténtica feminidad y belleza de la mujer en todas sus etapas, no merece nuestra atención.
El tiempo nos robará la juventud pero nuestra esencia permanecerá. Ésa es la grandeza de la mujer -y del hombre-.
Os dejamos algunos de nuestros vídeos para una belleza sana y natural:
1. Vídeo presentación L'encís
2. Vídeo, gama Silueta Alqvimia
3. Vídeo, cosmética y aceites antiarrugas
4. Vídeo, tratamiento Reina de Egipto facial, Alqvimia
5. Vídeo, cosmética antiedad y antimanchas (nuevos productos)
6. Vídeo, ácido hialurónico para rejuvenecer
7. Vídeo, acido hialurónico (demo)
8. Vídeo, tipo de piel y tratamientos faciales
9. Vídeo, limpiar y desmaquillar la piel
10. Vídeo, hidratación corporal.
Un articulo estupendo y muy sabio. MI teoria es que cumplir anos es toda un experiencia que te da la vida, saber aceptarnos como somos nos da seguridad, ser egoista con una misma y querernos. Seremos mas felices.
ResponderEliminarUn tema interesante, que siempre está en el límite, parece que es difícil encontrar ese punto medio donde cada uno, sea representante real de la energía que emana. Realmente hay pocas parejas que se respetan, sin importar la edad que tengan, siguen sintiendo que son los reyes de esta vida. Luego, hay muchos, que el interior no les dice nada, (o será que no lo escuchan)y sólo se desbocan, como enajenados, buscando algo que los excite desde fuera.
ResponderEliminarEsos desbocados son, en el fondo, unos pobres desgraciados. Gente vacía que ha de nutrirse de esas experiencias para sentirse vivos (aunque muchos de estos se consideren felices viviendo así). Afortunadamente, existen otras personas con otro concepto de la vida! los que valoran el amor sincero y muestran respeto por la pareja. A esos desbocados les deseo todo lo mejor, que falta les hace. Tarde o temprano les llegará su San Martín.
ResponderEliminarUn saludo!