miércoles, 1 de febrero de 2012

Qué es la AROMATERAPIA 



La aromaterapia es todo un arte. No profundizaré en datos históricos ni fisiológicos, tan sólo aportaré unas pinceladas generales sobre el uso de los aceites esenciales y el alcance que puede llegar a tener la aromaterapia en nuestra salud. 

Como su nombre bien dice, la aromaterapia es la "terapia de los aromas". Sin embargo, estos aromas no solamente despliegan su poder benéfico a través de su perfume, sino que lo hacen de igual modo por vía cutánea. Por tanto, no hemos de creer que sólo se trata de una terapia basada en los olores. 



Aceites esenciales puros (AE)


ACEITES ESENCIALES PUROS Y SINTÉTICOS

Los aceites esenciales son el resultado de la destilación de flores (pétalos), hojas, raíces, bayas, agujas o maderas de las plantas y de los árboles. Aquí podemos señalar que existen diversos métodos de extracción de AE (aceites esenciales), entre ellos la destilación al vapor y la expresión (en el caso de los cítricos). No tenemos que asociar la palabra "aceite esencial" con un aceite pringoso de textura oleosa (valga la redundancia) pues el término no se refiere a ese tipo de aceites. Éstos son volátiles, se evaporan y su particularidad más notoria es que contienen moléculas aromáticas intensas. Es importante esta matización. Y una palabra a tener en cuenta: quimiotipo (profundizaremos más sobre ello cuando hablemos sobre los aceites esenciales en otra publicación).
  
He de reconocer que suelo trabajar más con unos AE que con otros, quizá porque cada uno adquiere con el tiempo ciertas preferencias o hábitos. Los AE básicos para mi son la lavanda, el romero, la menta, el ciprés, el limón y el árbol de té pues son versátiles y de precio asequible. Seguidamente a éstos, con frecuencia trabajo con ylang-ylang, geranio, mandarina, naranja, petit-grain, cedro, mirra, clavo, nuez moscada, wintergreen, pino y eucaliptus. Otros AE importantes son el de bergamota, incienso, jengibre, enebro, cajeput... Un AE que me gusta pero con el que hay que tener mucha precaución a la hora de emplearlo es el lemongrass.




Flores de lavanda


La magia de estos AE es que se pueden mezclar entre sí y realizar fórmulas únicas y espléndidas, por ejemplo, podemos formular una mezcla de AE para el bienestar, para las piernas cansadas, para estimularnos (física y mentalmente) y para todo lo que se nos ocurra. No solamente actúan en el plano físico, sino también en el plano mental y emocional. Recordemos que los aceites esenciales están compuestos de elementos químicos por lo que sus acciones terapéuticas están argumentadas y probadas. No es magia, aunque lo parezca. De ahí que puedan tener efectos vasoconstrictores, antiinfecciosos, regenerantes, rubefacientes, analgésicos y así un largo etcétera.      

Existen fragancias sintéticas que nada tienen que ver con la auténtica aromaterapia, es decir, un frasquito con perfume de melón, sandía, frambuesa, piña, melocotón... no son "aceites esenciales". Y los de rosa, jazmín, nerolí, violeta y musk... tampoco suelen ser auténticos, a no ser que paguéis por ellos una cantidad considerable, pues son muy costosos y no están al alcance del público en general (ni del mío). Lo que podréis encontrar fácilmente son "esencias reconstituidas" a un precio módico que imitan a las verdaderas (pero sin valor terapéutico). Cabe decir que muchas líneas existentes de "musk" ya mencionan que es una fragancia sintética (pues el musk auténtico o almizcle es de origen animal).


APLICACIONES PRÁCTICAS DE LA AROMATERAPIA

La aromaterapia consiste en emplear adecuadamente estos aceites esenciales, ya sea mediante masaje, en difusión atmosférica (quemadores, difusores eléctricos), baños, mascarillas o inhalaciones. Para ello, se mezclan en un "aceite portador" o "aceite vehicular" (aceite de almendras dulces, avellanas, sésamo, germen de trigo, rosa mosqueta...) unas gotas del AE escogido. Por ejemplo, en 60ml. de un aceite vehicular añadiremos 30 gotas de AE para realizar un masaje. Hay que recordar que en los niños, mujeres embarazadas y personas mayores las diluciones pueden variar, y que nunca hay que aplicar directamente sobre la piel un AE (pueden haber excepciones, como en el caso del árbol de té para zonas concretas: granitos, hongos...). También, hay que considerar que un AE sólo puede mezclarse en un aceite o en alcohol, pues no es soluble en agua.




      

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